http://welcome.to/caicedonia

¡ Viva el chisme !
Por: Manuel Tiberio Bermúdez


Tengo la ligera sensación de que me estoy aficionando al chisme. De ello me dí cuenta la última vez que estuve en una reunión y resulté, en una esquina, hablando animadamente con algunas personas que tenían fama de "lengüilargas". Lo más grave del asunto no era que habláramos, sino que lo hacíamos acerca del resto de personas que estaban en el lugar.

Pero, ¿ quién no disfruta de eso que llaman chisme?. ¿quién no gozó y pedía más con el escándalo que armó mister Clinton y la Lewinsky. ¿Que si sí sería cierto lo del puro? ¿que qué diría doña Hillary? ¿que ese Clinton tan degenerado? y etc, etc, etc... Es que, definitivamente el chisme desestresa y alivia el espíritu.

Las señoras tienen fama de murmuradoras, de chismosas, pero yo no acepto esa supremacía. Yo no puedo permitir esa mentira en torno a la capacidad informativa que tienen la especie humana, no importa a que sexo pertenezcan. Pido igualdad para todos ya que tan buenos son los unos para difamar y hablar mal de sus congéneres como excelentes son las otras para aquello de: " No es por nada ni por nada pero...".Y es que el chisme es como un abismo que atrae, que entusiasma, que excita.

Por ejemplo, cuando uno presiente que va a ser enterado de una estupenda noticia por parte del o la chismosa de turno, debe de tomar algunas actitudes para provocar el ansia de contar del portador del chisme del momento. Por ejemplo, no es sino ver la mirada de satisfacción que se le ve al que empieza un relato de la siguiente manera: " Lo que te voy a decir no debe ser conocido por nadie". Inmediatamente a uno se le acelera el ritmo cardíaco, la respiración se hace más agitada, la saliva se pone espesa, todos los sentidos se ponen en alerta - aunque hay que disimularlo - porque uno presiente que algo buenísimo va a suceder.

Pero, lo inteligente, (y esta es una actitud que desespera al o la chismosa) es la actitud de indiferencia ante el confidente." Mira - le decimos al portador del chisme con el temor de que " nos coja la caña " - si lo que vas a decir no debe saberse, lo mejor es que no lo digas. Así que si el asunto no debe conocerse, mejor guárdatelo". (Pero en el fondo de nuestra alma en vilo lo que estamos es gritando: desembucha rápido).Esa respuesta acicatea el cuentero del momento ya que es casi una ofensa para el o ella pedirle que se guarde un excelente chisme y motivado por la indiferencia - que no es tal - el o la chismosa del momento procede a soltar "toda la película" con pelos y señales, direcciones y teléfonos, "por si lo queres comprobar".

Pero el chisme tiene sus escenarios y hay sitios que son verdaderos "santuarios". Por ejemplo; los matrimonios. Uno va a la iglesia, que previamente ha seleccionado en las páginas sociales de cualquier periódico y procede a mezclarse con los invitados y curiosos de turno, con los oídos bien alertas. No pasará mucho tiempo cuando de repente escuchará "sin querer y sin poderlo evitar" , historias como esta: " Mira la alhajita que se consiguió la Stella. Ese mujeriego, tomatrago, enamorado y parrandero del Alberto y , vos sabes mija, trabaja más una pala empeñada o un gorgojo en una lápida, que ese vago. ¡ pobrecita, cómo irá a sufrir !; pero que chupe que ya se le había advertido"... dá uno algunos pasos más cuando escucha: " y se casó de blanco la muy descarada, como si uno no la conociera. No hay derecho, me da risa... ja.. ja... ja... ¡ pobre idiota ese !.

El chisme, definitivamente, es excelente y es mejor cuando la víctima de quien se habla es un enemigo nuestro. Pero por hoy voy a poner punto final porque me acaban de llamar para decirme que la vecina de en frente está saliendo con el esposo de la señora de la casa de enseguida, sí, la que tiene una hija que llega siempre tarde con el hermano del vecino, que golpeó a la esposa durante la borrachera que se amarró antier...bueno, definitivamente, yo no tengo porque contar esas cosas ya que a ustedes, me imagino, no les gusta el chisme... ¿ o sí ?

Regresar a Charlemos