PREHISTORIA DE CAICEDONIA
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LOS PRIMITIVOS POBLADORES

El territorio que hoy ocupa Caicedonia estaba poblado por tribus indígenas de la raza Pijao, de las cuales la mas importante fue la de los burilas, que según las crónicas de la época fue la ultima población de los Pijaos al norte del valle, en las barrancas del río Bugalagrande, y parece que el nombre que se le daba por esos aborígenes a una fuente salada o una salina existente en esos contornos y que mas adelante vino a bautizar a la sociedad propietaria del latifundio, en cuyo centro se extendería el municipio.

La información histórico - geográfica relacionadas con las poblaciones indígenas que habitaron los municipios de Sevilla y Caicedonia es pobre, confusa, posiblemente por causa de que el conquistador español esquivo las laderas de la cordillera central, las escarpadas serranías nuestras y trajino poco o nada por esa manigua inhóspita, intransitable y peligrosa, todo eso unido a la hostilidad de los pobladores naturales, por lo cual esta zona permaneció casi desconocida. El historiador Miguel Camacho Perea en una de sus obras sitúa a los indígenas, antepasados nuestros como pertenecientes a los Quimbayas , los describe : ...Rollizos, pequeños, obesos, cobrizo - morenos y muy diferentes a los de origen Caribe... . En el libro Caicedonia : Síntesis Histórico - Geográfica de una Gran Ciudad, El periodista Roger Ríos Duque conceptúa: ... como se dijo antes la tribu Burila hacia parte conceptual de los Pijaos y... sin embargo hay indicios que hacen pensar que esta tribu pertenecía mas al pueblo Quimbaya que al Pijao y que también conocieron algunas artes como la cerámica y la orfebrería.

En mi sentir los Buliras o Burilas eran de la familia Pijao, por razones geográficas y analogías. Sabemos que, en lo que se refiere al valle, estos ocupaban por el occidente, las faldas de la cordillera central de los Andes que miran al Valle del Cauca.

Igualmente conocemos que hostigaron poblaciones como Caloto, Cali, Buga, Bugalagrande , Toro, Cartago, Roldanillo... Es decir poblaron la vertiente oeste de esa cordillera, desde el extremo sur hasta el extremo norte del departamento también es sabido que tribus vecinas como los Canchuma y los Totorambo, de la familia Pijao, se interponian geográficamente con los Quimbayas. Y aun considero como un argumento de mayor peso la relación que mas adelante transcribo y en la cual podemos apreciar un relato de la época, referido por su autor principal, quien llego, como se vera, hasta el corazón del territorio de los burilas y habla de ellos como tribu Pijao: En efecto, el 12 de abril (1603) el gobernador convoco a los vecinos y después de rememorarles los grandes daños en animales y robos que habían hecho los Pijaos en ese territorio y los serios peligros a que estaban expuestos sino les hacían un castigo ejemplar, les notifico la obligación de contribuir con un soldado a ... El alcalde Juan García ofreció un hijo suyo y el capitán Diego de Bocanegra, a pesar de sus años, ofreciose a ir en persona. A este experto conquistador confiose el mando de la gente en numero de cien hombres se recluto en las ciudades de Popayan, Cali, Cartago y Buga. El 30 de julio partió Bocanegra de su campamento de las Cimarronas a orillas del río de la Paila, llevando en caballos los bagajes y bastimentos, para lo cual hizo que previamente se abriesen caminos por donde parecía casi imposible. la presencia de aquellos animales en sus montañas produjo terror - pánico en los Pijaos. estos habían desamparado sus casas y no habían vuelto a sembrar el maíz que era la base de su alimentación, recelando a los barbudos (como llamaban a los europeos) habían de ir a vengar los asaltos que les habían hecho. Alojose Bocanegra en el río que los indios llamaban Burila y de allí mando al capitán Diego de Medina con su compañía a recorrer la tierra ... Siguiendo en persecución a los Pijaos, nos refiere el mismo Bocanegra que les quemo todas sus poblaciones y rancherías, cortándoles todos sus arboles plátano, aguacates, frutas, palos de bija, arrancándoles las comidas, raíces y legumbres recién sembradas que se pudieron hallar, sin dejarles ningún genero de mantenimiento.

Agotados los bastimentos que habían llegado los españoles, tuvieron que comerse los caballos mientras esperaban los socorros que habían pedido a Buga; al fin llegaron estos, en 20 fanegadas de maíz y 29 arrobas de tasajo, pero la demora le dio tiempo a los Pijaos a los paramos y ocasiono también la deserción de 43 indios Gorrones que no pudieron soportar las enfermedades, el hambre y demás penalidades de la campaña. Esta circunstancia obligo a Bocanegra de transmontar la cordillera y penetrar a los paramos, por lo cual decidió encaminarse a las poblaciones de Chanchada, cuyos indios causaban los mayores daños en Cartago y en los caminos reales del Valle; y después de permanecer entre ellos 18 días, siguió a los aposentos del Quindio, sede del famoso Calarca. Habiendo aprehendido nueve indios... Regreso Boganegra al cabo de tres meses(Tomado de Historia de Buga por Tulio Enrique Tascon).

Por lo anterior, podemos apreciar de como se desarrollo una expedición punitiva en estas montañas: la crueldad con que el capitán español respondió al heroísmo de estos aborígenes que defendían su libertad, tierras y libre determinación, del blanco que llegaba a perturbar su forma de vida, sus costumbres ancestrales y a apropiarse de su oro, amarillento metal que desvía conciencias, precipita a los abismos de la codicia, invierte valores morales y enloquece con su fulgor opalino.

En cuanto a las características generales, ya en capitulo anterior quedaron reseñadas las costumbres de los Pijaos, haciendo constar que el capitán Bocanegra era un curtido oficial, con amplia experiencia en lucha contra las tribus Pijaos que constantemente asediaban y combatían al español, para ellos intruso, cruel, despiadado y codicioso. en diversas zonas del municipio se han encontrado tumbas o huacas , con muestras de cerámicas y orfebrería, hilados y tejidos, que demuestran la calidad de sus artífices. Ello no debe extrañarnos, porque los Pijaos manipularon el oro y moldearon la arcilla en forma admirable. No tocaron las alturas estéticas de que hicieron gala los Quimbayas, pero si fueron sus imitadores. El oro de estos lugares se obtenía en cauces auríferos incrustados en las montañas. Seis familias indígenas Colombianas se distinguieron en cerámica y orfebrería: Los Quimbayas, Calimas, Pijaos, Panches, Sinues y Muzos. Hace falta que especialistas en el campo de la investigación hagan estudios comparados de las piezas artísticas, para definir y a la vez borrar esas lagunas sobre el conocimiento de la ubicación etnográfica y cultural de los pueblos primitivos Caicedonitas. Han sido comunes los hallazgos de husos de arcilla, vajillas, estampaderos o pintorreas, bellamente grabadas, con las cuales decoraban sus tejidos, que fueron una fuerte industria que ocupaba buena parte de los brazos femeninos y que les servia para cubrir sus necesidades y para el comercio con otras tribus. (Tomado de Caicedonia Hito de una Concepción Colonizadora, por Ulises Vasquez Vargas).



LOS QUIMBAYAS

En hoya del río Quindio, en el territorio comprendido entre los ríos la Paila, Otun, la Vieja y el Cauca y la parte alta de la cordillera Central, en una extensión aproximada de 3.500 Kms cuadrados estaban ubicados los Quimbayas. El cronista Cieza de León que acompañó a los conquistadores, dice de ellos, La provincia Quimbaya tenia quince (15) leguas de longitud y diez (10) de latitud, desde el río grande (Magdalena) hasta la montaña nevada de los Andes, toda ella muy poblada. Agrega que esta región estaba colmada de guaduales y cañaverales que facilitaban la construcción de viviendas. El historiador vallecaucano Miguel Camacho Perea expone en uno de sus libros que la provincia de los Quimbayas avanzaba hasta el río la paila, es decir hasta el Zarzal actual. Y en la crónicas de López de Gomara se habla de los choques entre Quimbayas y Gorrones en estas tierras... Es decir que Cartago, Obando, la Victoria, Zarzal y nuestros municipios del Quindio (hoy del Valle del Cauca) Ulloa, Alcalá, Sevilla y Caicedonia, estaban dentro del grupo Quimbaya. Eran unos indios rollizos, pequeños, obesos, cobrizo/morenos y muy diferentes a los de origen caribe; cráneo deprimido y ojos horizontales, de expresión somnolienta.

Parece que los Quimbayas tenían origen realmente. El general Carlos Cuervo Marqués los sitúa entre la familia andina y los juzga provenientes del lago Titicaca.

Rafael M. Granados considera a los Chibchas y Quimbayas también oriundos de allí y dice que fueron tronco glorioso de las naciones mas cultas de Sur América, tales como los incas del Perú y agrega que eran gente sobre manera aguerrida, fornidos, de rostro alargado ... su territorio se hallaba enclavado en la gran cordillera central colombiana , entre los nevados de Santa Isabel y el Ruiz ; se han llegado a inmortalizar por sus primorosos artefactos; labraron la piedra con habilidad y sus valiosos objetos son de acabada perfección.

Los Quimbayas aceptan la poligamia y una de sus mujeres tenia el carácter de favorita; el hijo de esa era el heredero del padre. La creencia en un mas allá fue el origen de sus ceremoniosos entierros, que dieron nacimiento a las famosas guacas.

Conocieron la utilidad de la sal, que obtenían evaporando de fuentes saladas, de las cuales existió una en la zona de los burilas. Construían sus viviendas de madera, con columnas sobre una planta rectangular, las que sostenían el techo cubierto con hojas de palma. Llenaban las paredes con barro que teñían con colores. en el interior colgaban la hamaca de algodón o de fibras vegetales y en las viviendas no faltaba la piedra para moler el maíz.

La historia menciona varios caciques Quimbayas que se distinguieron por su rebeldía ante el conquistador Robledo : Nabsacadas, quindiano; Tone y Maitamac, jefe de los cuy-cuy, de Antioquía; Sangitama, Aupirama y Ancora, de Caldas.



ORFEBRERIA Y CERAMICA QUIMBAYAS

Los Quimbayas fueron los orfebres mas adelantados de la familia Caribe y descuellan en la América. Trabajan con primor y tallaban figuras de un preciosisimo admirable , en oro y otros metales y en aleaciones. Lo fundían y se valían de procedimientos especiales para laminarlo e hilarlo. Producían aleaciones con plata, cobre y platino, para obtener tonalidades de color. Luis López Gómez reconocida autoridad en el tema, afirma en su Introducción al pasado aborigen.

Los Quimbayas desarrollaron lamas importante industria de orfebrería de Colombia y de América en la época prehispanica, no solo por las técnicas metalúrgicas que emplearon, sino también por el esplendor y belleza de las piezas fabricadas. Estos consumados orfebres explotaron los numerosos yacimientos auríferos, que existían en su territorio y se apropiaron también del metal por intermedio del intercambio comercial que sostenían con pueblos vecinos mineros...Los guerreros de la tribu salieron al encuentro de los conquistadores literalmente vestidos de oro, llevando en las piernas ajorcas y polainas; en los brazos pulseras y puñetes; en el pecho petos y pectorales, y en las cabezas yelmos y coronas...

La mas novedosas de las técnicas usadas en el trabajo del oro fue la manufactura en frío, que aplicaban también en la tumbaga ( Aleación en cobre y oro en proporciones del 70% y el 30% respectivamente, y con la cual rebajaban el punto de fusión). En la orfebrería emplearon igualmente, el repujado, el martillado el vaciado en hueco, la fundición en moldes de arcilla, la soldadura con oro, etc. Confeccionaron narigueras brazaletes, mascaras, insectos aves, ranas y figuras antropomorfas en oro, de una belleza impresionante.

A la altura de la orfebrería estuvo la cerámica pues la habilidad con la arcilla fue destacada. Husos, silbatos, argollas, clarinetes, platos bastones, con grabados y dibujos geométricos, y representaciones de animales o humanos. Efectuaban la cocción de las piezas mediante leña, en hornos al aire libre. Emplearon arcilla de distintos colores, que pulían magistralmente, para confeccionar pintaderas cilíndricas que usaban al estampar las telas. Para los hilados y tejidos se valían del algodón, fique y cortezas de arboles.


LOS PIJAOS

Los Pijaos se extendían desde las montañas de Ibague, por llanos y serranías, en un terreno de mas de cien (100) leguas de largo, donde hoy están Buga, Toro, Cali, las vecindades de Popayan parte del Tolima, Cundinamarca, Huila y Caldas. Fue una familia especialmente belicosa que se hizo celebre en la conquista por la tenacidad en combatir al español, quien antes de vencerlo debió exterminarlo.

Audaces, valerosos, defensores irreductibles de su libertad, en tal forma que soportaron la persecución despiadada y la muerte, huyendo las diezmadas huestes hacia el Amazonas, de donde desaparecieron inexplicablemente. Como ejemplo de su fiereza existen diversos testimonios que ya son lugar común: la referencia a la cacica Gaitana, quien promovió una revuelta contra Pedro de Añasco y al frente de cinco mil indígenas capturo a este y sometió a crueles torturas hasta la muerte, en venganza por el asesinato de su hijo por parte del citado capitán español. También constituye relato impresionante lo acaecido entre el cacique Calarca de los Pijaos y don Baltazar, jefe Coyaima, quienes dirimieron su rivalidad y venganza en un combate cuerpo a cuerpo, en Chaparral, pereciendo Calarca atravesado por la lanza de su enemigo.

posteriores investigaciones permiten especular que tal insuceso no fue real, pues parece que la muerte del valeroso y legendario Calarca ocurrió en una emboscada tendida a los peninsulares.

Como Caribes que eran practicaban la antropofagia. Sus campañas guerreras las consultaban con sus adivinos, magos o hechiceros de la tribu, quienes predecían influenciados por el vuelo de las aves, los sueños u otras ocurrencias de la vida normal. Conservaban las pieles de los enemigos muertos y la exhibían en sus chozas como trofeos de victoria y valor.

Los Pijaos tuvieron como aliados y vecinos a los Omaguas, de quienes afirma un cronista que eran numerosos y los fija en medio millón de habitantes aproximadamente, mientras que a los Pijaos les asigna la cuarta parte de este censo. Sus instrumentos de trabajo eran de piedra; no tenían poblaciones, pues levantaban sus viviendas separadas unas de las otras. La lengua desapareció con la raza y solo unos restos de vocablos permanecen, tales como Bota (madre), Cacique (expresión de saludo); algunos nombres masculinos: Beco, Belara, Imbi, Chanama, Metaqui, Nimba; femeninos: Yachimbal, y Calaga: En las cabeceras del río la paila tenia sus dominios el cacique Ocomasa. Lulumuy era una especie de dios que representaban con seis brazos y tres cabezas; eran supersticiosos y adoraban ídolos de barro y de madera, que colocaban en nichos de las rocas y dentro de sus casas.

La guerra con los españoles duro aproximadamente veintidós años y fue cruenta, implacable, llena de episodios de barbarie por parte de ambos. Los Pijaos asediaban permanentemente las poblaciones españolas y a las tropas, Y los hostigaban en forma incansable. Robledo debió soportar su acecho pertinaz. Acometían, dice Jorge Peña, en emboscadas a los españoles y se guarecían en las breñas impenetrables; jamas presentaban formal batalla a campo raso...El terror reino por todas partes; el camino de los antropófagos quedaba señalado con las osamentas de los prisioneros que devoraban. Buga, Ibague, Cartago, Neiva Y la Plata vivían en constante sobresalto.

Destruyeron a Caloto en 1603; luego cayeron sobre Roldanillo, la destruyeron y asesinaron a sus habitantes. Sitiaron a Cartago en 1603; antes habían arrasado a toro, por lo cual estas y otras poblaciones tenían que cambiar de sitio frecuentemente.

Ante la situación, el entonces presidente emprendió una campaña guerra total, buscando el fin de las depredaciones indígenas, la cual tuvo éxito gracias al poderío bélico y a la desunión y aislamiento en que vivian esos naturales.

Los Pijaos en el valle estuvieron representados por las tribus de los Putimaes, en la frontera con los Quimbayas; los Ocomasa, Mola, Ataima, Metaima, Ombeche, los Burilas y otras.



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